lunes, 31 de diciembre de 2012

I want you to want me.

I want you to want me.

+ Hola.
-  No quiero hablar contigo. Voy a colgar.
+¡Espera!  No lo hagas, por favor.
- Dame una razón, solo una, para que no cuelgue en este mismo instante. No he dormido ¿sabes? En estos últimos tres días no he pegado ojo, y te hecho la culpa a ti. No quiero, pero lo hago, porque siento que todo esto ha empezado por tu culpa.
+ Te quiero. Esa es la razón más importante por la que no debes colgar.
- Pero yo ya no se si te quiero, y esa es mi razón para desear colgarte y no hablar mas contigo. Nunca más.
+No digas eso. Me quieres, lo se de la misma manera en la que yo te quiero a ti . Ardiente, salvaje, dulce, pero siempre incontrolable. No digas que no me quieres solo por que estés enfadada.
- Eres un grandiosamente idiota.
+ Lo se. Pero eso te convierte a ti en la chica que ama a este idiota.
- ¿Qué es lo que quieres?  ¿Para que me llamas a estas horas? Mi padre quiere tu cabeza colgada del salon.
+ Te llamaba … porque yo tampoco he dormido. Pensando en ti, y en la manera de solucionar este problema.
- Me mentiste.
+ Y me arrepiento de ello cada segundo que respiro.
- Eso no es suficiente. ¿ Como voy a volver a confiar en ti?
+ Por que soy un idiota, pero no lo suficiente para volver a cometer el mayor error de mi vida dos veces. Te he perdido, por unos minutos he pensado que ya no te vería despertar por las mañanas en mi cama, con tus manos alrededor de mi cintura y tu cara tan plácidamente dormida que pareces un maldito ángel  Y eso me  ha asustado de muerte. Por una fracción de segundo me sentí morir, cuando vi tu cara asombrada por la traición  el dolor y  la duda. Y lo siento. No me llegara la vida para enmendar mi error. Pero te prometo, que lo intentare, que me pasare la vida intentándolo, aun que tu me rechaces día tras día. Estaré aquí, para ti. Igual que tu lo estabas para mi. Por que te quiero. Tanto que no puedo vivir sin ti.
- Realmente eres un grandisimo idiota.
+ ¿ Estas llorando? No es justo, no lo hagas, porque no puedo consolarte por teléfono. Espera, voy hasta allí. Ábreme la puerta.
- ¡No! No estoy preparada todavía.
+ Pero lo estarás ¿verdad? Por que ahora mismo estoy sentado en el porche de tu portal y no me moveré de aquí hasta que decidas hablarme. Y hace frió, mucho frió sin ti.
- ¿Estas loco? ¿Que haces aquí?
+ Esperarte, eternamente si es necesario.
- Idiota.
+ Y tu una tonta.
- Se supone que estoy enfadada contigo. Dolida. ¿Por que no puedo odiarte?
+Por que nuestro amor, es mas fuerte que cualquier cosa. Incluso que mi idiotez, y lo sabes.
- Si, lo se.
+ Pues ábreme la puerta, te prometo que tendré los brazos abiertos para ti, siempre. Sin excepciones, cuando me necesites aquí estaré. Atento a ti, y sin soltar tu mano. Nunca mas.
-Promete lo, porque yo ya no confio ni en mi misma. Mis piernas se mueven solas, y mi corazón  dios, mi corazón parece que se va a salir del pecho.
+Te quiero.
- Yo muy a mi pesar también, idiota.
+ Yo idiota, y tu la chica que quiere a este idiota.

Y nunca mas se volvieron a separar el uno del otro, Abrió la puerta y el estaba empapado, calado hasta los huesos pero con una sonrisa en la cara que irradiaba calor por todos partes, sus manos temblaban y fue a primera vez que ella lo vio llorar. Sus lagrimas salían a borbotones y en ese momento ella se dio cuenta de que sus propios ojos también estaban húmedos  Lo había echado tanto de menos. Que casi dejo de respirar cuando sus cuerpos se encontraron. La palabra amor estaba inscrita en ellos, con tinta de sangre. Y supo que el la quería  todos sus miedos se esfumaros. Todas las inseguridades. Por que el  era un idiota, uno bien grande, pero siempre seria su idiota. Y ella como bien había dicho el, seria siempre la chica que lo amase con locura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario