martes, 8 de enero de 2013

3MSC.


 Un día pasa, pasa que estás de pie en algún lado y te das cuenta de que no quieres ser ninguno de los que están a tu alrededor. No quieres ser el puto pringao al que le has reventado la cara. Ni tampoco tu padre, ni tu hermano, ni nadie de tu puta familia. Ni quieres ser la señora jueza. Ni siquiera quieres ser tú. Solo quieres salir corriendo. Salir a toda hostia del sitio en el que estás.


Siempre hay un momento en que el camino se bifurca, cada uno toma una dirección pensando que al final los caminos se volverán a unir. Desde tu camino ves a la otra persona cada vez más pequeña. No pasa nada, estamos hechos el uno para el otro, al final estará ella, pero al final solo ocurre una cosa, llega el puto invierno.
Y de repente te das cuenta que todo ha terminado. Ya no hay vuelta atrás, lo sientes, y justo entonces intentas recordar en qué momento comenzó todo y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas... Mucho antes... y es ahí justo en ese momento cuando te das cuenta de que las cosas solo ocurren una vez, y por mucho que te esfuerces, ya nunca volverás a sentir lo mismo, ya nunca tendrás la sensación de estar a tres metros sobre el cielo.



- Estoy feliz.
- Creo que yo más.
- No, yo mucho más.
- Yo de aquí a Barcelona.
- Yo de aquí al cielo.
- ¿Sí? Pues yo muchísimo más.
- ¿Cuánto?
- A tres metros sobre el cielo.

Claudio... de verdad yo entiendo perfectamente que su mujer este preocupada, porque su hija esta con un tipo que va por la vida en moto, dando bandazos, a doscientos por hora, porque no quiero darme cuenta de lo que pasa alrededor, pero de repente, aparece alguien que te dice que tranquilo, que aflojes y cuando aflojas te das cuenta de las cosas.
Te das cuenta de que en la estantería hay un trofeo de baile entre las botellas de tequila, que está sonando mi canción favorita, que hoy es martes y trece, que Rosana se fugaría contigo ahora mismo, a cualquier parte del planeta, cosas pequeñas Claudio.
Tu hija me enseña a ir despacio y eso me sienta bien.


 De algo estoy seguro. No podrá quererla como la quería yo, no podrá adorarla de ese modo, no sabrá advertir hasta el menor de sus dulces movimientos, de aquellos gestos imperceptibles de su cara.Es como si sólo a mí se me hubiera sido concedida la facultad de ver, de conocer el verdadero sabor de sus besos, el color real de sus ojos. Nadie podrá ver nunca lo que yo he visto. Y él menos que ninguno. Él, incapaz de amarle, incapaz de verle verdaderamente, de entenderla, de respetarla.Él no se divertirá con esos tiernos caprichos.




viernes, 4 de enero de 2013

Ella era fuerte, y saldría adelante.


La vida se acabo para ella. El se fue dejando un rastro de escombros a su paso. Escombros de ella misma, de su relación. De los sueño que tenían juntos, de los planes de futuro, de las noches incontables hablando hasta quedarse dormidos, de  las elecciones tomadas por el, de los gritos, del los llantos, del amor. La vida se esfumaba ante sus ojos sin ella poder hacer nada. Todo se quedo negro, todo desconectado. ¿Se acabo todo de verdad? Se preguntaba ella sumida en la depresión más grande. ¿De verdad me quería? Se tortura pensando. Todo fue en vano, el se fue y ella quedo atrapada, sin rumbo, simplemente atascada. Lloró, peleó, se rindió a sus más oscuros pensamientos, se hizo daño, pero lo asumió. Asumió y supero que ese hombre no era su destino, que no habría el cuento con final feliz que se había esperado. Que no regresaría como tanto había ansiado, que ese hombre no iba a volver y que sola la había dejado. Que los sueños que ella tenía, tendría que cumplirlos por separado, que ella sola se bastaba para hacer frente a cuanto se le echase encima. Se levanto de su cama, con fuerzas renovadas, miro hacia los meses pasados riéndose de si misma ¡que tonta he sido! pensaba y a su vez se dio cuenta de lo ciega que había estado todos esos años que había pasado a su lado. El la había usado a su antojo, tantas veces como quiso, y una vez se había roto el había decidido seguir con su camino. Prometiendo-le cosas que no había cumplido, jurándole amor eterno cuando no lo había sentido. Dejándola a un lado, sola y desvalida, rogando que volvería como una tonta enamorada. Con palabras vacías sin ningún sentimiento verdadero. Pero ya no, no más. Ella era fuerte, y saldría adelante. Volvería enamorarse se prometió, algún día. Se puso en pie, avanzo, se puso su mejor ropa y fue hacia la puerta. La abrió. Y todo se lleno de luz. Toda la oscuridad pasada empezó a desaparecer poco a poco. No estaba sola. Nunca lo había estado, se dio cuenta. Solo había estado demasiado ciega y derrotada en su pequeño mundo lleno de penumbras. 


jueves, 3 de enero de 2013

¿Que pasa con los hombres?

El otro día estuve pensando mucho en el tema que mantiene eternamente confundidos a los hombres, NOSOTRAS. Si, si, para ellos somos la cosa más difícil de descifrar, y con ello se me ocurrió escribir este pequeño post en el blog:
El mundo ha cambiado mucho durante todos estos siglos, pero siempre, se ha tenido a la mujer como la incertidumbre que no pueden resolver los hombre. Que pensamos, cual es el verdadero significado de nuestras palabras, que escondemos y muchas más preguntas por el estilo. Y yo me pregunto ¿nosotras? Y que pasa con ellos. Es bastante sencillo comprender-los  solo hay tres tipos de hombre y todos ellos lo único que necesitan para ser felices son tres cosas. El primer hombre " el deportista", y lo pongo entre comillas porque lo único que tiene de deportista son las camisetas de su equipo de fútbol predilecto, solo necesita para ser feliz res cosas: Sexo, comida y bebida; y un canal de banda ancha en el que poder ver deportes todo el día. Ale, si pudiese vivir de esa manera sería feliz el resto de su vida, la cual sería bastante corta. Luego tenemos al segundo sujeto, al que yo denomino "friki", se podría decir que con estilo pero para que nos engañamos, no, no lo tienen. Este es más simple incluso que el anterior, solo necesita una televisión con acceso a internet, su consola y todos los videojuegos que se pueda comprar. Punto. Si a este se le podría añadir el sexo, pero... con la concentración que ponen en jugar no tendrían tiempo para concentrarse en que una mujer deseable esta a su lado. Y por último el tercer hombre, mi preferido. El "guaperas" y lo llamo guaperas por no decir el chico que se cree el ombligo del mundo" ese es el más complicado de todos, pero sinceramente yo creo que con un espejo, unas cuantas chicas adulando-lo todo el día y unos "amigos" con los que presumir sería feliz. Pero claro como ya he dicho este es el más complicado.
Luego existen los hombre normales esos que siempre, y digo siempre chicas, ya están pillados cuando los conoces. Y claro, tú como buena zorra manipuladora con síndrome pre menstrual, y muy mala hostia con bipolaridad, intentas conquistarlo.
Así que, nosotras seremos las complejas y la difíciles, pero ellos mucho peor, son los simples. La próxima vez que os digan cualquier cosa sobre lo difícil de vuestra personalidad, que tal si recordáis esto y os reís un poco de ellos, con buena suerte os tocara un guaperas y podréis tomarle un poco el pelo. Y pensad que las chicas son guerreras.
Besitos, Ana.



martes, 1 de enero de 2013

Lágrimas desordenadas.

Tu jardín con enanitos.




Hoy le pido a mis sueños, que te quiten la ropa. Que conviertan en besos todos mis intentos de morderte la boca y aunque entiendo que tu siempre tienes la ultima palabra en esto del amor Hoy le pido a tu ángel de la guarda, que comparta, que me de valor y arrojo en la batalla pa' ganarla.
Y es que yo no quiero pasar por tu vida como las modas, no se asuste señorita nadie le a hablado de boda, yo tan solo quiero ser las cuatro patas de tu cama , tu perro todas las noches, tu tregua cada mañana. Quiero ser tu medicina, tus silencios y tus gritos. Tu ladrón, tu policía, tu jardín con enanitos. Quiero ser la escoba que en tu vida barra la tristeza, quiero ser tu incertidumbre y sobretodo tu certeza.
Hoy le pido a la luna, que me alargue esta noche y que alumbre con fuerza este sentimiento y bailen los corazones. Y aunque entiendo que tu  seras siempre ese sueño que quizás, nunca podre alcanzar.
Y es que yo quiero ser el que nunca olvida tu cumpleaños, quiero que seas mi rosa y mi espina aunque me hagas daño , quiero ser tu carnaval, tus principios y tus finales, quiero ser el mar donde puedas ahogar todos tus males.  Quiero que seas mi tango de gardel, mis octavillas, mi media luna de miel, mi blus, mi octava maravilla, el baile de mi salón, la cremallera y los botones. Quiero que lleves tu falda y también mis pantalones.
Tu astronauta, el primer hombre que pise tu luna clavando una bandera de locura para pintar tu vida de color, de pasión, de sabor, de emoción y ternura  siempre que usted que yo ya no tengo cura sin tu amor.